Todos tenemos alguna vez en la vida nuestros quince minutos de gloria, sentenció en una oportunidad el artista pop Andy Warhol, y en estos días los laureles son para el embajador de George W. Bush en Paraguay, mister James Cason.
Luego de ser humillado por Fidel Castro, su carrera diplomática estaba en el fondo del pozo cuando el servicio exterior decidió enviar su devaluada humanidad al Paraguay. Pero Cason no se dejó abatir por la adversidad, y con admirable entereza, se abocó de lleno a su nueva misión: incrustar a los infiltrados agentes del imperio en el nuevo gobierno paraguayo.
Un rasgo que la embajada norteamericana ha logrado transplantar gracias a Cason, catalizando la elección de un obispo como presidente del Paraguay, es el fundamentalismo religioso y su inherente providencialismo, rasgo común de las personalidades religiosas y políticas de Fernando Lugo Lugo y George W. Bush. Desgraciadamente, este implante de religión en política olvida varios siglos de filosofía de la historia y retorna a una trasnochada teología providencialista de la historia: Dios guiará el destino del Paraguay y éste sólo tendrá que dejarse llevar.
La candidatura de Dios apuntalada por Cason fue inducida desde un principio por los medios de comunicación subsidiados por la National Endowment for Democracy, y por partidos regados por los dólares de IAF y USAID por intermedio de supuestas donaciones a organizaciones no gubernamentales, además de supuestas organizaciones civiles que en realidad responden a sus financistas de la embajada norteamericana, como en los buenos tiempos en que la CIA y el Vaticano se unían para combatir a los contras de Nicaragua y se blanqueaba dinero de organizaciones criminales como el narcotráfico depositándolo en cuentas del banco Ambrosiano.
Conectandose a Internet sitios web paraguayos es fácil acceder a la página del 'Grupo impulsor para la regulación del financiamiento político', donde junto a los nombres de agrupaciones que integran el citado proyecto financiado por la embajada norteamericana, puede leerse que alguien invoca el nombre del Partido Revolucionario Febrerista para formar fila en las ventanillas de cobro habilitadas por la USAID.
Al pie de la página donde aparece entre varios otros grupos el nombre de la corriente política que fundaran los más legendarios héroes de la epopeya del Chaco, como blasones de nobleza, montan guardia una bandera de los Estados Unidos y el símbolo de la oficina norteamericana que auspicia al equipo de beneficiarios de la 'cooperación' imperialista, con la leyenda en inglés 'FROM THE AMERICAN PEOPLE' (V.http://www.financiamientopolitico.org.py/V2/el-grupo).
Para comprender el grado de contradicción en la presencia en dicho portal del nombre de un partido revolucionario y antiimperialista como el PRF , basta recordar que precisamente el mismo fundador de dicha agrupación, el coronel Rafael Franco, había denunciado en un manifiesto fechado el 6 de febrero de 1936 en el destierro, que la empresa petrolera Standard Oil company era responsable de toda la tragedia abatida sobre el Paraguay entre 1932 y 1935.
El presidente del partido anti-imperialista que aparece como auspiciado por la embajada norteamericana es un personaje que no hace muchos meses condenaba a voz en cuello la política tributaria del gobierno de Nicanor Duarte Frutos, fotografiándose para aparecer en la prensa denostando contra los impuestazos, contra el FMI, contra Hacienda, y en particular contra el ministro Dionisio Borda a quien acusó en varios espacios de prensa de ser un traidor a la patria. Paradojalmente, el mismo sujeto (Nils Candia Gini) ahora acompaña el proyecto que volvió a incrustar al modelo y a los mencionados agentes de la usura internacional en el poder ejecutivo para seguir castigando a este pueblo con recetas económicas antipopulares.
El ministro Borda, favorecido del empresariado, el FMI y la embajada norteamericana, es número puesto en el gabinete del teólogo de liberación paraguaya Fernando Lugo.
Pero el presidente febrerista no es el único “izquierdista” que se adosó servilmente a los eternos conspiradores contra los ideales socialistas como el Partido Liberal (que en Paraguay ha tenido siempre un corte somocista, como el de Nicaragua) y la Iglesia Católica, para acompañar un liderazgo fabricado en la misma embajada norteamericana.
Aprovechándose de radicales de convicciones poco firmes, Cason logró además reclutar para su causa incluso a supuestas organizaciones feministas de convicciones subsidiadas por USAID como las Mujeres Políticas en Red, Parlamento Mujer, Red de Mujeres Políticas, Red de Mujeres Munícipes del Paraguay (RMMP), Coordinadora Interpartidaria de Mujeres del Paraguay (CIMPAR),), Mujeres Políticas por la Democracia y el Desarrollo (MUPODER), etc., a quienes no les interesó aglutinarse en torno a un personaje surgido en las carpas de sus archienemigos católicos si ello implicaba anotarse en las ventanillas de cobro habilitadas por el imperio. Para colmo, estas feministas subsidiadas por la embajada cerraron filas contra una candidatura femenina, despreciando la perspectiva de género, dado que el imperio había decidido deshacerse al fin de sus lacayos colorados tras seis décadas de utilizarlos como le vino en gana.
Nuestro héroe mister Cason también logró que un teólogo de la liberación tercermundista, el obispo-presidente electo, se abrazara con los exponentes más representativos en Paraguay del entramado imperialista montado por la IAF-NED y USAID, sin discriminar a sectores de funestos antecedentes en materia administrativa. Así, tras presentarse como furiosos referentes de la izquierda latinoamericana, los hombres de su entorno negaron en menos de lo que canta un gallo todo vínculo con Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa, Fidel Castro y el anti-imperialismo que invocaron para ganar notoriedad.
Uno de los principales grupos de soporte del obispo en sus primeros pasos en la política, el movimiento Tekojojá, logró financiar sus actividades con las fuertes sumas recibidas de USAID supuestamente para "para la publicación de material didáctico para comisiones vecinales". No está demás recordar que USAID es una organización del imperio que otrora proveyó identificaciones a torturadores y represores enviados para defender el inicuo sistema de dominación pro-imperialista en el Cono Sur. Cuando los Tupamaros secuestraron al famoso adiestrador de represores Dan Mitrione en Uruguay, le incautaron credenciales del BID y de USAID, entre otras.
El detalle carece de relevancia si se considera que el gobierno actual del Uruguay que encabeza Tabaré Vázquez, ha renunciado al anti-imperialismo y de izquierda sólo le queda la denominación. No por casualidad el obispo-presidente se ha declarado un gran admirador de dicha izquierda “vegetariana”.
Otro de los grupos que forzaron la candidatura inconstitucional del Obispo, que violó además todas las normas de la democracia interna en cada uno de los partidos que la votó, el Partido del Movimiento al Socialismo, recibió por intermedio de la ONG fantasma Casa de la Juventud 127.000 dólares, por dos años, que deberían haber proporcionado "apoyo institucional, educativo y técnico a organizaciones para jóvenes”. En realidad, el dinero se destinó al proselitismo y la promoción política de sus referentes principales Rocío Casco, Karina Rodríguez. y Camilo Soares. Sobre el último de los mencionados, hay que decir que también es un consuetudinario participante de eventos financiados por el imperio, como la Segunda Asamblea del Movimiento Mundial por la Democracia, organizada por la National Endowment for Democracy (12 al 15 de noviembre del año 2000. World Movement for Democracy - Second Assembly Report- Fuente:
www.wmd.org/second_assembly/participants.html).
También vale acotar que Camilo Soares fue integrante de la agrupación Patria Libre, vinculada por los organismos represivos a varios secuestros , sin haber sufrido jamás persecución, hecho que ha generado suspicacias entre los integrantes de PPL refugiados en el exterior o detenidos en cárceles de Paraguay. Tal vez lo explique el hecho que todos los beneficiarios de donaciones de USAID, IAF o NED son considerados protegidos del imperio como si fueran ciudadanos norteamericanos.
Otra de las herramientas que Cason instrumentó para sus fines fue la mafia que maneja la prensa paraguaya, vieja protegida de la embajada norteamericana de Asunción. Ya en 1987 Leonard Sussman, agente de la CIA y Director Ejecutivo de la Casa de la Libertad, realizó una visita a Paraguay siendo uno de sus principales favorecidos el sr. Aldo Zucolillo, quien a través de su diario ABC Color publicitó entusiastamente la candidatura de Fernando Lugo. Previamente Zucolillo había sido propagandista de la dictadura de Stroessner, a la sazón su pariente y socio en varios negocios, había defendido en sus editoriales el Proceso de Reorganización Nacional que en Argentina encabezaba Videla desde el 24 de marzo de 1976, e incluso aparece en los archivos del terror como benefactor del director del centro de detenciones y torturas de la dictadura paraguaya, Antonio Campos Alum.
El obispo por su parte acusó sumisión a las pautas editoriales del periódico en varios temas, como el de Itaipú y Yacyretá, utilizados por Zucolillo para atacar al MERCOSUR en beneficio de intereses norteamericanos, e incluso luego de las elecciones visitó al dueño de ABC en su sede. El principal ideólogo de las campañas contra el MERCOSUR, Ricardo Canese, justamente es empleado de Aldo Zucolillo y panegirista de la política energética de George W. BUSH.
La NED, organismo creado como alternativa a la CIA por el imperio, hoy controlado por la mafia batistiana, donde brillan criminales como Luis Posada Carriles, Adolfo Franco, etc., fue la proveedora de dinero para todas las campañas de ABC, entre ellas las que apoyaron el secesionismo de Santa Cruz en Bolivia desde Asunción, antiguo centro de Operaciones del Operativo Cóndor. También se cuentan entre empleados de Zucolillo exponentes como Julio Benegas, signatario de acuerdos con la AFL-CIO, reputado peón en los fraudes imperialistas. Precisamente el citado asalariado del sr. Zucolillo firmó el 21 de setiembre de 2005 el contrato entre el Sindicato de Periodistas del Paraguay (SPP), el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SITRAPREN) y el auspicio del Centro Americano para la Solidaridad Sindical Internacional de la AFL-CIO, un proyecto con miras a lograr el fortalecimiento sindical en ambos sindicatos. El proyecto se suscribió en Asunción con la presencia del representante del Centro de Solidaridad, oficina para Sudamérica, Sr. Bryan Finnegan.
La AFL-CIO, viene al caso recordarlo, ha apoyado todas las grandes guerras imperialistas de los USA (Corea, Vietnam, Afganistán, Yugoslavia e Irak), así como todas las grandes intervenciones estadounidenses (Guatemala 1954, Chile 1973, Guayana 1955, Irán 1955, Panamá 1980, Granada 1983 y Venezuela en el 2002.).
Considerando las “enormes dificultades” expuestas que debió atravesar James Cason para convencer a tantos “izquierdistas” de allanarse a los intereses del imperio y apoyar al obispo Fernando Lugo, no hay dudas que se ha reivindicado de su fracaso en Cuba y merece cuando menos ser condecorado por George W. Bush con el corazón púrpura. Ya lo dijo Séneca en el primer siglo de nuestra era: Sólo en la fortuna adversa se hallan las grandes lecciones del heroísmo.